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No use crying over some techno
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lunes, 16 de enero de 2012

En la habitación

Se te van a salir los ojos por el rabillo de los mismos si no dejas de mirar fijamente a la ventana por encima de mi hombro mientras te preguntas por qué coño tendrá que llover de esa manera y te contestas que sencillamente es porque te has dejado el paraguas.


Has esbozado una sonrisa por un segundo justo antes de convertirla en una de esas medias muecas que me tomaste prestadas y que te traicionan porque me avisan de que todavía no lo has encontrado.


La ventana de su cuarto es doble y no entra el calor en verano porque encerrada entre su doble hoja un gas preserva la temperatura de cualquier cambio brusco de la misma.


La amable y dulce voz de su tía consigue sacarla de su ensimismamiento justo antes de recordar que está sola y que debe haber sido su imaginación.


Las arrugas de las sábanas crean caprichosas formas donde cree ver escrita la melodía que la radio contagia al ambiente.


El silencio y la penumbra buscan puntos en que discrepar conforme dejan paso a la mañana.


Se moja el pecho y la barbilla cuando bebe demasiado deprisa.


Dormir boca abajo.

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