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No use crying over some techno
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domingo, 12 de septiembre de 2010

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Las palabras escuchadas en la infancia -esa etapa tan propensa a la fabricación de mitologías personales- constituyen bombas sin explotar, artefactos venenosos que duermen a la espera de su futura víctima. Guardaos de remover en los campos de la infancia. Guardaos de aventuraros en los frascos sin etiquetar de las viejas palabras escuchadas. Guardaos de la farmacopea ponzoñosa que os dispensaron sin receta los profesores chiflados del colegio. Guardaos. El pasado de cualquier individuo supone una mohosa botica de los años, un erial sembrado de minas con su nombre (...) Las prospecciones en busca de las causas biográficas apestan a mundo adulto sin escapatoria, a laberinto sin tesoro del que ya no saldremos.

Carlos Marzal - Los reinos de la casualidad

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